Guitarra Toná. La guitarra que quier volver a ser árbol.

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Esta guitarra se quiso convertir en árbol de nuevo. Conforme la iba construyendo comencé a tener la sensación de que yo solo la ayudaba a cambiar. 

El dorso recuerda a una espalda humana en transformación, un fotograma de la conversión de una persona en un monstruo.

Entre el Flamenco, esta guitarra representa a la Toná porque este es un palo flamenco libre, que se canta a capella lo que subraya la fuerza de su melodía y letra. Es un relato profundo, una forma de contar historias de vida, penas y alegríasLa guitarra no interviene y esta guitarra en particular ha querido dejar de ser guitarra, dejar de sonar. 




Las cuerdas rotas por la mutación, hacen un dibujo arabesco que refleja los melismas de la voz del cantaor o la cantaora.



Las guitarras están hechas de madera, no vale una madera cualquiera, se usan aquellas que vibran, que saben de música desde que eran árboles. Los árboles de mi tierra aprenden de las chicharras, los grillos y los calenturones, de los jilgueros, las zumayas y los búhos y de los hombres que laboran. Cuando llegan a manos del luthier ya saben.

Medidas máximas: 95x38x35cm. 
Materiales: Guitarra, ramas de palmera, pasta de madera, cuerdas de guitarra, pintura acrílica, pintura en spray, pigmento negro, nido de pájaro, arcilla, barniz. Base de madera de pino.